miércoles, 19 de agosto de 2015

18 de agosto - suerte

Uso esta noche para frenar. Para decir, eh, vaya suerte la mía. Porque no os voy a engañar, han habido malos días, la mayoría de ellos ni yo sabía qué me pasaba. Pero lo importante es que por lo menos durante unas horas lo he pausado.
No suenan tambores, os garantizo que eso es una gran señal. Quizás porque necesitaba superar este periodo de tristeza absurda o poner fechas a mi vida...
Me he convertido en una niña torpe e insegura, que poco a poco voy reformando cosas que tengo rotas. Que ya no sabe si debe enviar o no mensajes en mitad de la noche poniéndose inmensamente moñas o es mejor dejarlo estar. 
Que se piensa que molesta si llama por teléfono pese a que el de la otra línea nunca haya dicho algo así. Lo que soy se resume en una palabra y no os pienso ocultar eso también, soy tonta.
Hace unos días, alguien que considero una maravilla me dijo que el mundo se mueve por la suerte, sea buena o mala, pero depende de ella. Y he pensado en toda la buena suerte que no sé cómo he tenido, suerte que se resume en personas, vaya lotería la mía.
No me las quites, no a estas, las necesito y quiero demasiado. A cambio prometo intentar que nunca se vayan. Y ahí sí que acelero.

1 comentario:

Los comentarios siempre equivalen a una sonrisa, ¿te atreves?