martes, 7 de julio de 2015

Claro que pasan las cosas, pasan lejos.
Y qué rabia tener pocas esperanzas, mirar atenta, dar un minuto de cortesía y ver que eres estúpida.
Quizás debería usar definitivamente el manual para dejar de querer-

Supongo que ya no existen los detalles.
Supongo que ya no existimos.
Supongo que ya no hay plural.

Y volvemos.
Pero mientras me monto al avión que me llevo a mi primer amor.
Quédate las promesas tú, que sólo llevo equipaje de mano y está lleno de te quieros que contigo no usaré.
Con suerte no me los confiscan en el control, no quedan ya muchos.

En la batalla salimos ilesos pero perdimos más que tiempo, nos perdimos nosotros.


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